martes, 10 de febrero de 2015

Sirena que despierta...

Foto: Àngel S. Martínez



XVII


Jamás imaginé que me mirara,
nunca puede pensar que apareciera
un ojo que se ha abierto y me ha mirado
un ojo de mujer entre las gemas,
las gemas regaladas de la mar,
las algas y las conchas, caracolas,
las piedras, las halitas de la sal…


Un ojo me ha mirado sin edad,
un ojo que me mira fijamente,
un ojo que me mira limpiamente,
un ojo que me mira
y mis ojos, de par en par se abren
y siguen asombrados sin cerrar
un ojo que me mira simplemente…


¿Quién hubiera sabido que sería
el rostro de la mar de una sirena?


Esta bella sirena que despierta
para mirar mis ojos mientras miro
los suyos descubiertos tan recientes.

Esta bella sirena que despierta
para mirar mis ojos mientras miro
los suyos en los ojos de una joven.


Esta bella sirena que despierta
para mirar mis ojos mientras miro.

Esta bella sirena que despierta
para mirar los ojos que me miran.

Esta bella sirena que despierta
para mirar mis ojos asombrados.

Esta bella sirena que despierta
para mirar mis ojos mientras miro…


¿Qué puede un pescador imaginarse
de un cúmulo de gemas de la mar?

¿Qué puede un pescador imaginarse
de un rastro de la halita de sal gema?

¿Qué puede un pescador imaginarse
mirándose en la sal de una sirena?

¿Qué puede un pescador imaginarse,
qué puede un pescador imaginar,
qué puede imaginar de una sirena,
qué puede imaginar,
qué puede imaginar,
qué puede imaginar…?

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